Mira…
La semana pasada te decía que hoy, igual, te hablaba sobre los que significa el @x.
Pues bien… ésta semana ha ocurrido algo extremadamente bueno y me apetece compartirlo contigo.
Por varias razones:
- Porque me apetece.
- Porque el entrenamiento ha tenido bastante que ver a nivel físico y mental.
- Porque algo así merece ser contado
Una muy muy buena y leal amiga (somos 8 y yo en mi pequeño club Bildelberg) ha superado un cáncer de pecho.
Uno muy cabrón.
Todos lo son, pero éste era el más jodido. De los que más vale que te pille en condiciones o te vas con él.
Pues mira tú por dónde, el muy hijo de puta, se ha ido sólo.
Superado en un 100 por 100.
CURADA UN 100 POR 100.
No te voy a contar aquí todo el camino, ni la cantidad de ovarios que ha tenido que echarle mi amiga Patri.
Espero que nunca nos tengamos que ver una de esas.
Lo que te quiero transmitir es lo importante que es ENTRENAR FUERZA. Y si no me crees, dímelo que estoy seguro que ella misma te lo explicará encantada.
Estamos hablando de una tía que entrena fuerza desde hace muchos años, se alimenta de un modo saludable siempre y su actitud es de superación, trabajo y esfuerzo.
Por si no lo sabes, ésta mentalidad se entrena de modo indirecto una vez decides empezar a cuidarte. Van de la mano.
Empiezas a entrenar y algo dentro de ti empieza a cambiar.
No es magia. Es actitud.
Bueno, bien… el tema es que ésta amiga mía está fuerte. Muy fuerte.
Tiene una cantidad y calidad de masa muscular considerable… Y entonces la diagnostican.
¡Zas!
¡En toda la cara!
Entrenar fuerza no te libra de éstas putadas, pero sí te hace llevarlas de una manera u otra.
Hace que tu cuerpo reaccione de un modo u otro al tratamiento.
Hace que te partas la cara con el cáncer con cierta ventaja. Que no lo tenga tan fácil.
No significa que estés libre de semejante putada, nadie lo está. Pero si llegas a ser un paciente oncológico, la sarcopenia será un compañero de viaje durante el tratamiento y si vas servido de músculo, la cosa puede cambiar.
Pues Patri no ha dejado de entrenar prácticamente ni un día, adaptando el entrenamiento y la intensidad al momento y a las circunstancias.
No ha fallado salvo cuando ha sido inevitable…y esto, estoy seguro, que ha hecho posible que me llamara el otro día y me dijese:
“Carlos estoy curada”
Que bien joder… que bien.
En esa conversación dijimos frases, que vistas después, encierran verdades que merecen ser pensadas.
“Ésta mierda más vale que te pille fuerte”
“En la última etapa, cuando el cuerpo llega al límite, empiezas a vivir de rentas. Más vale haber hecho bien las cosas”
INSISTO.
No es garantía de nada salvo de tener más posibilidades de poder decir…
…QUE TE JODAN CÁNCER.
No lo digo yo. Lo dice la ciencia.
P.D. Mi club Bildelberg, por si te lo habías preguntado ahí arriba, son mis 8 personas de confianza. Personas con las que puedo contar para hacer un entrenamiento de pierna, comer en un sitio rico o enterrar un cadáver.
P.D2. GRACIAS POR DEJARME COMPARTIR MI ALEGRÍA.
P.D3. Si estás en mi lista de suscriptores habrás podido leer el estudio que habla sobre la relación bidireccional CÁNCER – MÚSCULO. Si no pues NO.
SUSCRÍBETE
Que tengas un gran día.